LA CONFIANZA

Hoy ha sido un día muy bonito. Oksana ya no nos extraña casi. Por la mañana se ha quedado con nosotros haciendo sólo un medio puchero, pero cuando ha aparecido por la puerta me he agachado le he abierto los brazos y ha venido corriendo a abrazarme y ya se ha quedado tan contenta. A las diez se me ha quedado dormida (es la hora a la que les acuestan para la siesta de la mañana), y así se ha estado como una bendita hasta las once.
Mi reina tiene un despertar buenísimo, abre los ojos de par en par, te echa una sonrisa y se abraza a ti. Encima hoy estaban tocando el piano, así que se ha puesto a canturrear y a bailar, y así hasta las doce menos cuarto que la llevamos a comer. Hoy le ha dado de comer su padre. Ha comido perfectamente y muy rápido; encima, al final, nos ha hecho una demostración de lo bien que lo hace ella solita.
La hemos dejado, y nos hemos ido nosotros al Internet de enfrente del hotel. Es más lento que el caballo del malo. Para poner las fotos no tengo ningún problema, pero no puedo crear posts para poner el texto (menos mal que tenemos a Matxalen que nos echa una mano. Muchas gracias).
Hoy, otra vez, las hemos pasado canutas para encontrar un sitio que tengan menús en inglés. Hemos comido en el mismo sitio que comimos el primer día con Victoria; la verdad es que hemos comido muy bien; pero claro, tampoco vamos a comer allí todos los días (aunque igual no nos queda más remedio).
A la tarde, Oksana ha llegado y se ha venido con nosotros inmediatamente, ha estado jugando toda la tarde sin parar. Canta y baila sin parar, y es curioso porque si, en algún momento, se siente indefensa, pone cara de susto y se empieza a cantar a sí misma su canción y empieza a bailar, y entonces se pone a reir. Es una pocholada… Cuando la hemos llevado a la zona de su habitación, no se iba como el resto de los días, nos decía adiós y nos tiraba besos con la mano, pero tenía una carita más triste que la de los días pasados. A nosotros, cada día, nos cuesta más irnos sin ella. Me imagino que será la misma sensación que tienen los padres biológicos cuando vuelven a casa y su bebé se queda, por algún motivo, en el hospital. Pero bueno, pensamos que ya falta un día menos para estar los tres juntos (y, ojala, dentro de poco los cuatro).
Bueno, como veis la crónica de hoy ha sido más breve, y también hay menos fotos. Ya la vida se va normalizando poco a poco, y vamos entrando en la rutina. Por supuesto que, para nosotros, cada día es especial porque vemos cosas nuevas en Oksana, y es todo una novedad y nos sorprende cada segundo, y cada minuto que pasa la vemos cada vez mejor. Pero no queremos pecar de padres pedantes, obsesivos y cargantes con su niña, así que me contendré y me dosificaré, ¿vale?.
En fin, mañana es viernes ya. No sé por qué digo esto porque para nosotros todos los días son prácticamente iguales, pero falta menos para que sea el juicio. Victoria nos ha dicho que, con un poco de suerte, el lunes el CA firmará el permiso y si todo va bien, el martes se podrá celebrar, esperemos que así sea. Me gustaría que fuera el lunes que es el 95 cumpleaños de mi abuelo (también el de Amores), pero bueno, si es el martes, será justo a los dos años de nacer Alejandra, que, cuando lleguemos, podrá pasar a casa no a jugar con Pepo, sino con Oksana, con la que estamos seguros se harán inseparables. De todas formas, sea cuando sea, que sea cuanto antes.
Un beso a todos y que paséis un buen fin de semana.
Oksana, Susana y Luis
PD.- Que todos sus primos y amigos vayan preparando CDs de música para niños porque es una fanática de la música y el baile. Me alegra sobremanera que Sofia, mi ahijada querida y prima de Oksana, ya se haya soltado a andar, y que haya sido con Eurojunior. ¡Menudo guateque vamos a tener este año en Nochevieja con Alejandro, Elena, Sofía, Oksana y el tío Pedro! ¡Pobres vecinos de los abuelos Emparan!

P.D. (II).- Matxalen, parece que lo que has hecho ha funcionado porque hoy si hemos podido entrar sin problema. Muchas gracias otra vez.

Hoy solo una foto. Ayer Oksana dormida con su mami.