Oksana

Hola a todos:

Ayer no pudimos poner el texto en el “post”, no podíamos entrar en la página para crearlo, así que nos metimos en un comentario y lo pusimos ahí. Ya lo siento. Ahora no andamos con mucho tiempo, y como podéis ver no me esmero mucho al poner las fotos, las mando sin más, y cada una va en un post distinto. En cuanto tenga un poco de tiempo lo intentaré poner mejor. Os pido mil disculpas. Aunque lo importante es que las fotos sí que las puedo mandar y eso es lo mejor de todo.

Ayer estuvimos mucho tiempo con Oksana, bueno todo el tiempo que nos dejan, y claro está, no perdemos ni un minuto. Por la mañana, cuando llegamos, nos la bajaron con un bucito acolchado azul, que parecía una muñeca, con sus manoplas, para que saliera con nosotros a la calle. Lo hacen para que se vaya acostumbrando a estar con nosotros en diferentes ambientes. Al principio, no quería y ha llorado un poquito, pero la Directora le ha dado medio caramelo, y se ha calmado un poco, nosotros le hemos dado una galleta, y nada, santo remedio. Hemos salido a la calle con ella. Aquí hace un frío que no os imagináis, los días son muy soleados, pero el cielo está muy raso, y el viento es helador; a las 15:30 se hace de noche, y empieza a congelarse todo. Bueno, hemos salido con ella a los jardines. Había otro matrimonio, unos americanos, con una niña, Tanya, también paseando; también estaba la monitora-jefe, con otras dos monitoras, y varios enanos paseando y jugando. Nosotros llevábamos una pelota de los Lunnies, y un enano que se llamaba Sacha (diminutivo de Alejandro en ucraniano) se la ha apropiado y ya no la hemos vuelto a ver, menos mal que a Oksana parecía que no le iba demasiado, aunque no le ha dado mucho tiempo a saberlo.

La enana se ha quedado dormida en el hombro de Luis, y así se ha estado una horita. Hemos estado paseando al sol, han salido otras monitoras con otros enanos un poco más mayores que Oksana, a los que les hacían juegos, para que corrieran, para que recogieran piñas y las metieran en una cesta. La verdad es que el orfanato está fenomenal y se ve que las monitoras quieren mucho a los niños, les estimulan, juegan mucho con ellos…, cuando hemos estado arriba en la sala de música, la señora que toca el piano estaba con otra monitora que iba trayendo bebés para que escucharan la música, les hacían gimnasia, les hacían dar palmas, jugaban con ellos con un caballito al ritmo de la música… Así que Oksana ha salido tan bailonga y con tanto ritmo. Mientras hemos estado en la sala de música, como estaban tocando el piano, la tía ha estado encantada venga a bailar y cantar.

A las 11:45 nos han llamado para llevarla a comer (a ñam,ñam, como les dicen a ellos, y se ponen todos contentos, y Oksana lo repite, ñam, ñam). Estábamos los americanos con su niña, y nosotros con Oksana. Nos hemos sentado las madres con ellas y les hemos dado de comer. Tenían una sopa con arroz y unos tropiezos que no se sabe lo que eran, que se lo han comido en un boleo, y un puré con patata y carne, que Oksana ha dejado un poquito (la monitora ha dicho que no importaba porque está un poco malita, tiene muchos mocos y un poco de tos), también ha comido un trozo de pan, y luego en una taza metálica tenían un líquido, como una gelatina líquida, que les encantaba y lo bebían como locas. Cuando han terminado se las han llevado para dormir y nosotros nos hemos ido.

Hemos ido a Internet, pero no hemos podido insertar la crónica de hoy. Nos hemos ido a comer, pero en esta ciudad es harto difícil comer si no sabes ruso, ucraniano, ni sabes cirílico. En casi ningún restaurante tienen menú en inglés. Por fin, hemos encontrado un bar tipo pub inglés, que sí tenía menú en pseudo-inglés, pero la camarera no entendía ni papa y nos hacía todo tipo de comentarios en ucraniano, y por más que le decíamos que “no hay tu tía”, maja, no te empeñes, ella “erre que erre” al parruski. En fin, hemos comido que era de lo que se trataba. Hemos pasado por un supermercado, hemos comprado unas galletas y un par de chupa-chups, y nos hemos ido “pitando” para ver a nuestra enana.

Esta tarde, ya casi ni ha protestado cuando nos ha visto, me he puesto de cuclillas, le he abierto los brazos y se ha venido a darme un abrazo. Cuando hace esto nos deshacemos. También estaban los americanos con Tanya. Les hemos dado galletas y los chupa-chups, y para lo pequeñas que son los comen de maravilla. Oksana no se ha manchado nada (si es que es de limpia mi niña, hasta en eso es un primor, je, je, je).

Hemos estado con ella hasta las 18:10 y con más pena que ayer, pero mucho menos que la que tendremos mañana, la hemos dejado con la monitora para que cene y la acuesten. Dentro de lo malo, la tía se queda encantada, y nos lanza unos besos y nos dice adiós toda sonriente.

Perdonad por los tiempos verbales. La crónica la escribo por las noches en el hotel, y al día siguiente lo intentamos poner en Internet, así que igual en cosas no concuerdan bien los tiempos verbales. Os pido disculpas.

En cuanto a la situación política que se está viviendo aquí en Ucrania, estad tranquilos. La cosa está tensa pero, por ahora, no va más allá. En Kiev se ve más lío, pero parece que la gente está por las calles, pero son estudiantes, están pidiendo una huelga general, pero están tranquilos, ni van armados, ni hacen nada. Nosotros aquí, no lo vemos tanto. Hoy si que había bastante gente por la calle, con banderas azules (los que están en el poder, los pro-rusos), el Primer Ministro es de esta ciudad, pero la gente va a su rollo, las tiendas están todas abiertas, la gente va al trabajo…

A los españoles que están en Kiev les han recomendado que salgan lo menos posible de sus apartamentos, pero nosotros aquí estamos muy tranquilos.

Victoria nos dice que estemos tranquilos. Ella ha presentado todos los papeles en el Centro de Adopciones, allí tienen que firmar el permiso para que se celebre el juicio, pero legalmente tenemos que pasar cinco días con la niña para que se celebre, así que igual hasta el lunes no firman el permiso, así que, como muy pronto, el juicio sería el miércoles. Si las cosas se ponen muy feas, y hemos tenido el juicio, cogeríamos a Oksana y nos volveríamos a España y, con todo el dolor del alma, no iríamos a por el enano. Pero lo más importante es que se celebre el juicio de Oksana antes de que se pongan las cosas feas (si es que se ponen, claro), porque una cosa que tengo clara es que, por muy mal que se ponga la situación, yo sin Oksana no me voy a España. Me da lo mismo, porque una cosa que tengo clara es que si me vuelvo sin ella, de la misma me muero, y como no me da la gana, pues nada.

Pero bueno, no vamos a adelantar acontecimientos. Va a salir todo bien, estoy segura.

El otro día, el martes, cuando la conocimos, nos compramos una latita de caviar y lo celebramos. La tomamos también a vuestra salud, pero estos son los inconvenientes del cyber espacio, que esto no lo catáis. Ya lo sentimos (je, je, je)

Luis dice que Oksana no le va a quitar del golf de ninguna manera, todo lo contrario. Está seguro que con lo bien que baila va a tener un swing perfecto, y que se la va a llevar en cuanto pueda (Pobrecita mía).

No os podéis ni imaginar lo contentos que estamos al ver que todos vosotros estáis como locos con la niña. Menos mal que es una mimosa y le encanta que le demos besos, porque con todos los que tenemos que darle de parte de tanta gente, nos pasamos el día besándole.

Bueno, os dejo por hoy, estoy ya un poco cansada y me voy a ir para la cama. Estos días sólo veo a la niña y escribo sin parar porque además de la web, tengo que escribir el diario que llevo para ellos. ¡Qué vida tan dura la de escribana y madre de golpe y porrazo, y sin experiencia en ninguna de las dos!.

Por cierto, Pablo, nos alegramos un montón por lo de tu cambio de trabajo ¡ENHORABUENA!, parece que Oksana sí que viene con un pan debajo del brazo (o igual con una galleta, con lo que le gustan…); ¡ah! y ya le hemos dicho que su tío le va a hacer una casa, y se ha puesto muy contenta. (Cuidado con los pretendientes, además de guapa con buena dote - ¡ojo!).

Un beso enorme para todos de los tres de Luhansk.