viernes, diciembre 03, 2004

OS PEDIMOS COMPRENSION

Ayer tampoco pudimos ir a Internet, así que hoy os ponemos dos posts con las últimas novedades. Lo redacté ayer por la noche.

Hoy hemos tenido un día bastante ajetreado. Hoy el que ha dormido menos y peor ha sido Luis. Yo estaba más cansada de lo que recordaba haber estado hacía mucho tiempo, así que Luis me dijo que, no me preocupara por Oksana, que él se encargaba, y así ha sido. La enana ha dormido bastante bien hasta las cinco de la mañana, sobre esa hora, estaba intranquila, así que Luis se la ha puesto en su pecho, y así se quedaba más o menos, pero cada cinco o diez minutos se despertaba asustada, como temblando, la pobre. A eso de las siete y media ya se ha despertado del todo.

Esta mañana ha estado ya mejor, ya conocía el apartamento, y se sentía más segura, ha estado jugando y ha desayunado fenomenal. Victoria ha venido a las nueve de la mañana a recoger la carta, en la que pedimos una nueva cita al CA, para el niño. Nos ha dicho que realmente la niña está fenomenal. Es gracioso porque Victoria le habla en ruso, y la niña reacciona y responde a la primera, y hace muchas más cosas; además Victoria dice que ya dice cosas en ruso. Claro, nosotros como no sabemos ruso, no sabemos si es comprensible lo que dice, pero resulta que sí. La verdad es que ha estado tronchante. Es muy quedona y zalamera, y si le hacen caso, ella más monerías hace, así que se queda con todo el mundo. Yo estoy embobada con ella, pero lo que es alucinante y me parece lo más bonito es ver cómo está Luis con ella. Es pasión lo que tiene por ella, y ella por él lo mismo.

Pues nada, Victoria nos ha dicho que estuviéramos preparados sobre las doce del mediodía, que entre doce y doce y media nos venía Sergei a recoger para llevarnos a otro apartamento. Para las doce menos cuarto ya estábamos preparados, las cuatro maletas, mi neceser de “Sport Billy” y nosotros tres. A las doce y veinte ha venido la señora de la limpieza del apartamento (que viene de la calle con un gorro de piel, de esos de cosacos, y se queda con él puesto todo el rato, para limpiar, a quién me recordará…) , y nosotros allí. A la una menos cuarto, la señora había terminado y nosotros seguíamos allí esperando. La señora encantada con Oksana, y viceversa. Ya era la una y media, y yo sin dar de comer a la niña porque quería hacerlo en el nuevo apartamento para que luego se echase la siesta y no romperle el sueño. Hemos llamado a Victoria pero nos cortaba. A las dos le he dado de comer. La señora de la limpieza seguía con nosotros, con su gorro pegado a la cabeza (tiene que darle un calor en los sesos, que no veas). Entonces ha llegado el nuevo inquilino del apartamento, ha sido un poco violento, pero la señora del gorro no sé qué le ha dicho y él muy sonriente, ha dejado su maletón y se ha ido. Como yo me temía, Oksana se me ha quedado dormida nada más comer. A las tres menos cuarto, nos ha llamado Victoria que nos venía Sergei a recoger y que fuéramos bajando. Nos hemos cargado hasta los dientes, Luis con la niña en la mochila, y dos maletas, y yo con el resto. Oksana medio adormilada, no estaba muy por la labor de semejante plan.

A las tres estábamos en el coche. Atravesar Kiev ahora es una tarea un poco difícil (por decirlo finamente, porque…), la arteria principal es la calle Kreschatyk, la que está tomada por los manifestantes (llena de autobuses aparcados, coches, gente con tiendas de campaña, tenderetes, pilas de madera para hacer fogones…), para recorrer un tramo que andando tardas unos veinte minutos, sin ir muy rápido, en coche, hemos tardado tres cuartos de hora; el embotellamiento era insoportable, lleno de coches cruzándose, pitando… Menos mal que Segei conduce muy, pero que muy bien. Pero imaginaos la pobre niña, Luis no se la había quitado de la mochila porque es un trasiego sube, baja del coche, monta, desmonta a la niña…, la pobre va con el buzo que le hemos comprado que parece la hormiga atómica, y no se lo podemos quitar y poner, y menos dentro de la mochila con su padre, así que la pobrecita según iban pasando los minutos se iba poniendo peor, y aunque yo le iba dando cachitos de pan, ni siquiera eso le calmaba. Cuando hemos llegado al apartamento (que por cierto, como es en el que estuvimos cuando llegamos, parecía que volvíamos a casa), Oksana estaba desquiciada y con un berrinche que no podía. La pobre estaba muerta de calor. Le hemos cambiado inmediatamente, y le hemos intentado calmar. Temblaba de miedo. Yo creo que al ver otro apartamento diferente, se ha vuelto a descentrar. Entre Luis y yo le hemos calmado, no quería que nos fuésemos de su lado, se agarraba a mi jersey o a la camisa de Luis, como si fuera lo más preciado del mundo, y a pesar de estar dormida, no había quien le quitara la mano, y menos dejarla sola, ponía una cara de angustia que se me partía el corazón. Ya a las cuatro y media se ha dormido profundamente, y hemos comido.

Luis ha ido ha hacer las compras, y yo me he quedado poniendo lavadoras y ordenando las cosas en el apartamento. Sobre las cinco y cuarto, Oksana se ha despertado muy asustada y sólo quería estar abrazada a mí, le temblaba todo el cuerpo, y seguía angustiada. Poco a poco ya se le ha pasado, y sobre todo cuando ha venido su padre con la compra, que incluía plátanos, y así ha podido merendar. Le chiflan los plátanos.

Pensábamos ir a hacer unos recados, y aprovechar para ir a Internet esta tarde, pero hemos decidido que no, que lo mejor era no sacar a la niña otra vez, que se fuera haciendo al apartamento y cogiendo confianza. Y así ha sido, poco a poco ya se ha ido quedando mejor, más tranquila, y a última hora ya estaba tranquila jugando con sus juguetes ella sola, y a la hora de irse a la cama, le hemos tumbado en la cama directamente, ha jugado un poquito, pero en dos minutos se ha quedado frita.

Hemos hablado con nuestros padres y nos han dicho que hay gente que demanda noticias urgentes. Entendemos que queráis saber lo que nos pasa, y cómo estamos, y os lo agradecemos de verdad, pero entended, también vosotros, lo que está siendo esto para nosotros. Desde el martes, estamos viviendo una carrera contrarreloj. No lo voy a comparar con un parto, porque no lo he tenido, ni lo tendré nunca, pero sólo queremos que os deis cuenta de que acabamos de ser padres, somos padres de una niña de diecisiete meses, que no es un sujeto pasivo, es un sujeto activo, que le hemos sacado de su mundo, un mundo tranquilo, en el que no había visto a tanta gente, tanto tráfico, oído tanto ruido, sólo ha vivido los tres primeros meses de su vida en un hospital y el resto en el orfanato, con las mismas personas cada día, su misma rutina, y ahora está con dos desconocidos (a los que ha visto durante seis días unas horas al día), que hablan rarísimo, y que le llevan de un lado para otro, pasando del calor al frío y del frío al calor, que si duerme la despiertan; que nosotros la hemos adoptado desde el momento que la vimos, pero que ella ahora es la que nos tiene que ir adoptando a nosotros como padres; pensad que para nosotros es también una situación, aunque preciosa y es lo que hemos querido siempre, nueva y difícil. Estamos en un país a miles de kilómetros de nuestra casa, que no entendemos ni papa, hace un frío terrible, hay nieve, hay hielo (yo ya me he estrenado en el suelo), vamos con un equipaje que pesa como un muerto…

Intento escribir a diario. Hay veces que no puedo, pero lo intento hacer al día siguiente. El ir a Internet, ahora, nos resulta más difícil con la niña, a los dos nos gustaría ir a leer los correos y los comentarios que ponéis, pero con Oksana es más difícil. Mañana que ya estaremos los tres más centrados y más organizados, después de hacer unos recados indispensables para la niña (una sillita, algo de ropa,…) intentaremos poner la crónica en la web.

Yo me quito muchas horas de sueño por esto (el escribir lo que escribo me lleva mucho tiempo, de verdad), y creedme que lo hago muy a gusto, pero no quiero que se convierta en una obligación. No sé si sabéis que también escribo un diario (a mano) para los niños. Lo empecé cuando decidimos adoptar, en él voy contándoles todo lo que nos ha ido pasando hasta tenerles, es un diario hecho exclusivamente por y para ellos, ahí están reflejados todos mis sentimientos y les hablo directamente a ellos, y lo leerán cuando quieran leerlo. Pues bien, muchos días no escribo ese diario por escribir la crónica de la web, de hecho, desde el día 29 no les he escrito nada, y creo que no es justo.

Así que por todo esto os pedimos que tengáis paciencia. Nos queda todavía mucho tiempo aquí, por desgracia, y vamos a tener que andar de un sitio a otro, con la enana debajo del brazo. No os vamos a poder contar todo como antes, porque ahora, tenemos a Oksana, y eso es lo principal y lo primordial en nuestras vidas. Tampoco podemos contestar a todas las llamadas, de verdad, porque cada uno quiere saber cómo nos va y eso nos lleva tiempo, y contar lo mismo un montón de veces lleva mucho tiempo de verdad, y ahora no lo tenemos, os lo aseguramos Sabemos que lo entendéis así que, una vez más, os damos las gracias por ello.

Por último, queremos felicitar a Blanca y Edu, porque nos imaginamos que todo habrá salido bien, y ya habrá nacido Laura. Desde aquí un beso enorme para los cuatro.

Un beso muy fuerte para todos, de verdad,

Oksana, Susana y Luis


Oksana dormida en Kiev